lunes, 3 de noviembre de 2008

Lunes otra vez


23:59 del domingo, cerrando la ultima pagina del libro que me entretuvo todo el fin de semana. Muchas cosas pasan por mi mente esa noche: recuerdos, sueños, matices, música, ruido, fastidio, amor, odio. Sin querer este tipo de eventos son la antesala de un profundo sueño, donde viajamos tomando diferentes formas, guiados por nuestro propio subconsciente. Aquí nos vemos de la manera que nos de la gana. Si nos fue mal, aquí nos va bien, si no le hablamos, aquí no solo le hablamos... la besamos, la amamos, la capturamos para siempre. No importa lo que haya sucedido el fin de semana, nosotros lo lograremos. Ese paso inadvertido que muchos detestan, sucede siempre de domingo a lunes con mas pasión. Es como si estuviéremos sincronizados para entender (o quizás para suponer) que lo "bueno", dura poco.

Muchas personas tienen especial rechazo por los lunes. La mayoría aprovecha ese día para levantarse mas tarde de lo acostumbrado, correr mas rápido que de costumbre y demostrar con mas ahinco y de todas las maneras posibles, que hoy, definitivamente, no es un buen día.

Un día caí en cuenta que los lunes, son tan especiales. Es como si volvieras a empezar. Para los menos afortunados (me incluyo), es empezar nuevamente la rutina, que suele ser cruel si dejas que se vuelva contra ti. La música me ha regalado tanto, me ha dado tantos momentos inolvidables, que me parecía ilógico no recibir una buena razón para que uno de "mis lunes" (o quizás todos mis lunes) fueran especiales.

Así fue como me di a la tarea de hurgar hace mucho tiempo en algunos temas de la época y ver quienes tenían algo que decir respecto a este día que, para muchos, es el mas pesado, el mas aburrido, el mas apático y en definitiva, el que quieren desaparecer del calendario a como de lugar.

El primero que cruzo mi camino fue "Lunes otra vez" de Sui Generis.



La mejor narración acerca de una ciudad, un lunes a las 5:50 am empieza su rutina, con poco o nada de gente, algunos náufrago terminando el domingo, un tono gris por todos lados y esa suerte de querer "ver" y no "hacer". Siempre con esa melancólica alegría a la que nos tuvo acostumbrados en esa época, sentencia casi al cierre del tema "...siempre sera igual.. nunca cambiara.. lunes es el día triste y gris de soledad....". Charly nuevamente nos pinta una mañana gris con una genialidad tremenda, en un tema con mucha cuerda, uno de sus mejores discos en su primera etapa como músico.

"Lunes por la Madrugada", de Los Abuelos de la nada, fue el segundo en toparse en mi camino. Lógico, me tomo un par de años digerir bien a esta banda. Pasa que estar sumergido en los 70's, hace bastante interesante el cambio. Gracias a Miguel Abuelo y Federico Moura, fue mas sencillo.



Acostumbrado a mostrarnos sus diferentes maneras de decirle a la vida "aquí estoy", Miguel nos pone un tema en el bolsillo de la camisa, para terminar una juerga de domingo donde, si no te cuidas, puedes estrellarte contra la pared y pasar al muro de los condenados a la soledad. Soñador empedernido con la sensualidad y buen gusto, nos pinta su madrugada caótica, suplicando y luego aceptando que no cambia por nada sus deseos por vivir.

Lunes, 10:40 am. Este post me agarro dormido, sin embargo, en medio de la rutina, he conseguido salir de la escena gris con escritorios, sillas, papeles y reportes. Mirando cada vez que encuentro unos minutos para escribirles, contándoles lo que veo a través de mi ventana, en este viaje infinito que ahora hacemos juntos.




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